¿No querías Montoro? Toma Montero

02/01/2019
Venga a quejarnos del ansia recaudadora del ministro Montoro y ahora resulta que la nueva titular del ministerio, Montero, ha hecho bueno el refrán de “malo vendrá que bueno te hará”. Y es que en sus gloriosos seis meses de Gobierno, no sólo ha permitido en esta misma semana que sus socios independentistas dejarán de financiarse a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) (es decir, menos control sobre el dinero que le damos TODOS para que puedan abrir sus “embajadas” y demás), sino que también ha anunciado que quiere “armonizar” el Impuesto sobre Sucesiones para que TODOS paguemos (eso sí, la excusa siempre es tener dinero para gastos social). Súmenle a ello, las subidas de la luz, el gasoil (para ricos claro), el impuesto a la banca (que como todos saben no pagamos TODOS porque la banca es “solidaria”), la tasa Tobin para la compra de acciones (porque también todos sabemos que en España hay 4 millones de ricos accionistas), etc, etc..
Pero en lo que afecta a La Línea en particular es de nuevo con los trabajadores transfronterizos. Ya indiqué en otro comentario, así como en el informe sobre trabajadores transfronterizos, que Hacienda, a partir de la información facilitada por la administración tributaria del “paraíso” de Gibraltar, estaba requiriendo a los trabajadores españoles la presentación de las declaraciones de los ejercicios no prescritos.
Pues ahora vienen con otra vuelta de tuerca, porque cuando he contestado a los requerimientos recibidos por algunos de estos trabajadores indicando errores manifiestos en las notificaciones, Hacienda reclama ahora a esos trabajadores que aporten certificado del Tax Office, de la empresa así como las nóminas de todo el año y dicha «documentación deberá aportarla mediante certificado original, debidamente traducido al castellano por traductor jurado, a efectos de su validez y eficacia ante la Administración pública española de acuerdo con art. el 15 y 27 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del procedimiento administrativo común de las Administraciones Públicas».
Hasta ahora, en casos similares se aportaba el certificado del Tax Office y de la empresa (incluso las nóminas) en inglés y con ello se cumplía el trámite sin originar más costes al trabajador. Ahora no, y, en algunos casos costará más el collar que el perro. Y ello porque, de media, una página de traducción jurada tiene un coste de 50,00 €. Si como es normal en Gibraltar las nóminas son semanales, hablamos de 52 nóminas y dando por válido que podamos incluir 4 por página, nos daría 13 páginas, más los certificados de Tax office y empresa, sumarían 15 páginas a 50 euros, es decir, 750,00 € que debería abonar el trabajador español en Gibraltar. Como digo, en más de una ocasión merecerá más pagar lo que pide Hacienda porque será inferior al coste de demostrar que lo que pide no es justo.
Pues nada, otra muesca más en el haber de Montero.